La isla mínima (*****)
de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos
En mi opinión, con sus anteriores películas, Alberto Rodríguez siempre había estado cerca de la película perfecta, pero siempre faltaba algo, o sobraba algo. En La isla mínima, ni lo uno ni lo otro. Todo está medido para contar la historia en su justa medida. Asusta la sencillez con la transcurre todo. Pero que sea sencilla en el planteamiento, no quiere decir que no ahonde en la psicología de los personajes. Quizás sea la película en la que conozcamos más cosas de los personajes con menos elementos expresados, virtud del guión.
Porque ésa es otra, es una historia mil veces contada: la desaparición, la búsqueda, el trágico desenlace, las pistas... pero aquí cuenta la atmósfera, el ritmo, el paisaje, el dolor transmitido ante cada mala noticia, el honor de recuperar la verdad. No existen los estereotipos del género, ni juega con el sufrimiento. Por el contrario hay escenas de acción excelentemente rodadas que impulsan la historia. Hay momentos verdaderamente brillantes.