Espartaco (*****)
de Stanley Kubrick y Dalton Trumbo
Espartaco no es sólo una película de romanos al uso, no es sólo una película épica, ni sólo una gran producción. Espartaco va mucho más allá de temáticas, épocas o presupuesto. Espartaco es una forma de entender el ser humano, su crueldad y redención, su intolerancia y la búsqueda de una libertad siempre coartada.
Espartaco es el líder que consigue la libertad de los exclavos en la Roma anterior a Jesucristo. Y no dejará de luchar por esa libertad parcial hasta conseguirla en su totalidad a costa de un sacrificio presente. Metáfora de cualquier época y situación, y en aquel momento, metáfora del propio Trumbo en la Caza de brujas.
Mientras, en Roma, tras un primer fracaso y con un senado enfrentado, Craso tomará las riendas para derrotar el ejército de exclavos que pretenden huir.
La película contiene un conjunto de escenas memorables: la lucha de gladiadores, el "yo soy Esparatco", el baño entre Craso y Antonino, o ese final impresionante que te deja marcado. Obra maestra de Kubrick y Trumbo, inmejorable reparto.