Thursday, December 04, 2014

desmenuzando... THE WIRE (1x01) Éste es un país libre

The Wire (1x01) - The target
Dirigido por Clark Johnson
Guión de David Simon
Historia de David Simon y Ed Burns.

Éste es un país libre

Todo tiene un comienzo, y ahí está preguntando McNulty: “¿Quién mató a Moco?” Como si eso importara. Como que si fuera el “quién mató a Laura”. Pero en The Wire, Moco es sólo la punta del iceberg de algo mucho más importante. El inicio de un caso sin fin.

Empieza siendo una pregunta inocente, cómica, pero se convertirá en el eje de una investigación memorable. Mocarro, alías Moco, se llevaba siempre el bote de las apuestas en las partidas que hacía con sus compinches. Robaba. Siempre. Y “¿por qué le dejábais jugar?” le pregunta McNulty. “Éste es un país libre” le responden. Anécdota real que nuestro admirado David Simon ya utilizó en Homicidio.


Mientras, D'Angelo Barksdale sale indemne de un juicio por asesinato. Era culpable, el caso había sido bien construido, pero un testigo clave se desdice de su testimonio. El juez, disgustado por lo sucedido, pregunta a McNulty, que lo suelta todo, No debió hablar, o sí, porque ése es el verdadero comienzo.

Nadie parece conocer a Avon Barksdale y a Stringer Bell y a todo su clan, que fueron los que libraron a D'Angelo de la cárcel. Son los que dominan gran parte del negocio de las drogas en Baltimore, ciudad que se convierte en un personaje fundamental de la trama.

Y comienza la guerra, aunque “no se puede considerar una guerra, las guerras acaban” Ésta no lo hará nunca. La policía, enfadada por la reprimenda del juez ante el desconocimiento general, encarga al Teniente Daniels una investigación rápida, para salir del paso. Se crea así un grupo de investigación especial entre narcóticos y homicidios, sin mucha fe. El propio Daniels lo reconoce: “dentro de un mes estaremos en nuestros puestos habituales”.

Y todo parece que iba a ser así, por la dificultad de introducirse en un grupo como ése, pero aparece Bubbles justo en el momento exacto. Quiere colaborar tras la paliza que recibió su amigo por los chicos Barksdale. Has llegado en un buen momento. Empezamos.

Friday, January 24, 2014

Criticando, siempre criticando

Inside Llewyn Davis (****)
de Joel y Ethan Coen

Nadie describe la desolación de un perdedor como los hermanos Coen. Ellos son los eternos pesimistas, describiendo a grandes incomprendidos (Barton Fink, El gran Lebowski) como nadie lo hace. En Inside Llewyn Davis se decantan por un músico de folk, en los años 60, en Nueva York, en el Greenwich Village.

Con el habitual repertorio de personajes excéntricos (inmenso John Goodman) y situaciones absurdas, los Coen dan forma a una historia que en verdad no es tal, es sólo una semana más en la triste vida de Llewyn. Pero logran algo sorprendente, todos queremos formar parte de esa vida, todos queremos ser ese perdedor.



 A eso súmale las canciones, que es el otro pilar sobre el que se basa la historia, manteniéndolas en su integridad, algo que en nada hace de la película algo lento y monótono, más bien al contrario. La inmensa interpretación de Oscar Isaac ponen en su justa medida a un personaje que quedará en la lista de aciertos de los Coen, y ya van unos cuantos.

Luego llegó Bob Dylan, pero ésa es otra historia, ésa no la pueden contar los Coen, porque el éxito no forma parte de sus intenciones. Prefieren a Llewyn Davis, que tuvo la inmensa mala suerte de ser alguien en el folk antes de que el folk fuera algo en la música.