Wednesday, March 07, 2007

Hablando de cine: Descanse en paz

Fabián Bielinsky falleció unos meses atrás dejándonos sin uno de los creadores argentinos más originales y fascinantes. Sólo dos películas decoran su filmografía, dos pequeñas joyas que forma un legado mínimo pero fabuloso, mostrando la impronta de un realizador (y guionista) soberbio.

Nueve reinas (****)
de Fabián Bielinsky

Película sobre tramposos con guión igualmente algo tramposo que nos detalla las miserias de la Argentina más (económicamente hablando) inestable. Está narrada a un ritmo trepidante, se suceden actos que sorprenden al espectador y que los hace pegarse al asiento con los ojos atentos a una pantalla sobre la que pasan personajes y vidas míseras, con un Darín espléndido, buscando cambiar su vida sin lograrlo.


El aura (***)
De Fabián Bielinsky

El aura sigue la estela de Nueve reinas. Refleja las añoranzas de un perdedor continuo por cambiar su situación, por dar un giro a su miseria (de nuevo un Darín inmejorable). Mismo punto de partida que la anterior aunque con formato distinto, pues El aura apuesta obvia el lado cómico y apuesta por un thriller hipnótico, con muchos matices y metáforas, con un universo Coen o Lynch ampliamente reconocible. Película lenta pero absorvente, El aura vino a corroborar a Bielinsky como un creador único.

4 comments:

virginia said...

aPunto al autor, me las apunto.
buen fin de
beso
vir

Alegria De La Huerta said...

Este es el mismo que el que hizo El mismo amor la misma lluvia, el hijo de la novia y ... ahora no recuerdo la tercera.

jesus (of suburbia) said...

No, no es el mismo, el director de "El hijo de la novia", "El mismo amor, la misma lluvia" y "Luna de Avellaneda" es el gran Juan José Campanella, uno de mis directores preferidos, que también hizo esa extraordinaria serie "Vientos de Agua" que gracias a tele 5 tuve que comprarme en dvd pero que merecio la pena. Qué alegría leerte.

Alegria De La Huerta said...

Ya decía yo... gran serie que sucumbió a las zarpas de la audiencia desorientada por los cambios repentinos en la parrilla.

Alegria? ...esa soy yo ;)